El espacio de los escorpiones (grimorio para una insurrección)
junio 18, 2019 § Deja un comentario
EL ESPACIO DE LOS ESCORPIONES (DESCARGAR PDF)
Un nómada del desierto no migra, puesto que está minimamente expuesto a los factores climáticos. El nómada del desierto escava túneles, fabricándose nichos dentro del desierto, cruzando las dimensiones de los espacios lisos y estriados, explotándolos y traicionándolos a partes iguales. Los escorpiones no son arquitectos. Los escorpiones toman prestado, no construyen en base a composiciones solidas o vacías, no se mueven sin descanso. Los escorpiones devoran volúmenes y arrancan espacios. Para ellos el espacio agujereado no es solo una mina (un lugar del que extraer materiales), ni un lugar donde residir (un nicho a ocupar). Para ellos el espacio agujereado, es sobre todo, La Casa de la Guera (dâr al-harb), el espacio agujereado de la caza indiscriminada.
1. Y bien… La guerra. 2. Underground 3. Hay millones de mundos ocultos dentro de este 4. Ética de la insurreccion 5. La tierra hueca 6. Ingeniería de plaga 7. La historia de la vida y la historia de la civilización esta agujereada 8. Brujería 9. Salto dimensional. El metodo del espejo 10. Notas para una ecología terraquea transhistorica post-apocaliptica rebautizada como oikopolitica 11. Manifiesto de la Asociación de Astronautas Autonomos 12. Astrognosticismo. Una introduccion 13. 4GW. Conociendo la doctrina de guerra Imperial 14. Glosario de guerrilla kekistani vol. 1 15. Lecciones de Ur-Politika
Cultura de bajos, afrofuturismo y la Guerra Sónica de Kode 9
julio 25, 2016 § Deja un comentario
Entrevista originalmente publicada en Thump Mexico
Rosendo González Núñez es un filósofo nacido en Albacete, España y que ahora radica en un pequeño pueblo francés en los Montes Pirineos muy cerca de la frontera, donde se dedica a hacer vinos a parte de escribir textos. Mientras lo entrevistaba le llegaron dos ofertas de trabajo para publicar sobre el asunto francés de agitación social en el Periódico Diagonal y el CTXT, todo mientras cuidaba de los viñedos y me respondía algunas cuestiones. A Rosendo lo busqué porque publicó en su blog una traducción al español de la introducción de Sonic Warfare: sound, affect & the ecology of fear, investigación publicada por Steve Goodman alías Kode 9, alías el jefe de Hyperdub Records, para obtener su doctorado en filosofía, un texto fascinante por el que surgió la siguiente conversación:
Thump: Me comentaste que «Sonic Warfare» te parece lo mejor que se ha escrito en el ámbito músico/ filosófico en los últimos años 20 años y a nivel filosófico lo mejor en los últimos 10 años. ¿Cuáles son tus motivos para considerarlo de tal manera?
Rosendo: Sí, lo incluiría dentro de una lista de los 10 libros de todos los tiempos que has de leer sobre filosofía de la música. En esta lista podría incluir el Nacimiento de la Tragedia de Nietzsche, Masa y Poder de Elías Canetti, Ritmo y Tiempo de Bergson por ejemplo.
Lo que interesa especialmente del libro de Steve Goodman es que intersecciona tres ejes de la filosofía: El materialismo, la filosofía post-estructuralista de Deleuze, y la filosofía spinozista. Su libro ayuda a acercanos a la música, no desde un punto de vista cognitivo y simbólico sino corporal y sensitivo.
Desde como afectan las armas sónicas utilizadas por los ejércitos en nuestro organismo para disparar el miedo, hasta como funciona la música de bajas frecuencias y nos ayuda a mover las caderas. Todo ello hilvanado a través de una estupenda filosofía y teoría de la música, el cuerpo y las vibraciones. No importa tanto que dice una letra sino qué efectos y qué ecologías crea en las audiencias, es un librazo.
Manifiesto de la Asociación de Astronautas Autónomxs
noviembre 4, 2015 § Deja un comentario
«¡Este hombre tiene una vida maravillosa! Cuando era niño leía con interés libros e historias sobre astronomía; con su primer dinero compró un telescopio… el nombre de su hija es Astra, el nombre de su hijo es Mercurio. Cada pensamiento, cada paso, manifiesta su aspiración de un viaje interplanetario»
24 de Mayo de 1962: John Glenn, un piloto Estadounidense, se transforma en el segundo norteamericano en órbita. Utiliza casi toda su reserva de combustible para lograr una buena posición desde la cual sacar fotos de la salida solar; al hacer esto recibe serias reprimendas por parte de la NASA.
Las agencias espaciales gubernamentales son incapaces de organizar programas de exploración espacial exitosos. La NASA es un dinosaurio monolítico, dogmática y de mente estrecha y en última medida condenada a la irrelevancia por ser incapaz de formar parte de la evolución humana.
No tiene sentido que un grupo «élite» de Astronautas Autónomos llegue al espacio, nuestras trayectorias deben estar abiertas para todxs.
No poseemos un mapa del futuro que esperamos tomar del estante cuando sea el momento. Tenemos una idea limitada de como se verán las comunidades espaciales en sus comienzos, ni siquiera avizoramos como serán cien años después de haber sido establecidas. Descubrir es generalmente la mejor parte, el gran punto de nuestros juegos. Nos preocupamos por las posibilidades y la experimentación, no nos importa estar en la «línea correcta», o tener razón en retrospectiva.
La dificultad reside en la necesidad de ir más allá de las nociones tradicionales de viaje espacial sin rechazar los conceptos más relevantes. No alcanza con entender que la NASA y sus contrapartes europeas no tienen relación alguna con lo que intentamos alcanzar. Es necesario comprender que cosas han cambiado en los últimos 60 años y que aspectos de su tecnología pueden ser adaptados a la luz de la situación presente.
Las comunidades de gravedad cero están al alcance de la mano, sólo la inercia de la sociedad previene que sean formadas, pero su base ya está creada y nosotrxs desarrollaremos la propulsión necesaria.
La red de grupos de la AAA es un reflejo de este paso. Toda persona que esté leyendo esto puede contribuir. Hemos sido condicionados por la prensa a través de los últimos 70 años para poner nuestras esperanzas en el espacio exterior, pero solo la AAA ha tomado en serio este reto. Como individuos estamos aislados, atomizados. Hemos sido estafados, guiados a que los gobiernos y las fuerzas armadas lleguen al espacio a expensas nuestras. Ocasionalmente ellos nos otorgan pequeños trozos de este viaje, como «vida en Marte» o «hielo en la Luna», pero no desean cambiar la realidad. Resulta evidente que sus intereses están en contraposición con los nuestros. Ahora es el tiempo para todxs, para que todxs lo hagamos por nosotrxs mismxs y por lxs demás.
Cada hombre y cada mujer es un Astronauta Autónomo
Original de la Asociación de Astronautas Autonomos
TECNOPOLÍTICAS
diciembre 3, 2012 § Deja un comentario
Ritmo
agosto 4, 2012 § Deja un comentario
El ritmo es originalmente un ritmo de los pies. Todo hombre camina, y como camina con dos piernas y golpea alternativamente el suelo con sus pies solo avanza si cada vez repite el mismo movimiento, así va produciendo, sea o no su intención, un ruido rítmico. Los dos pies nunca pisan con la misma intensidad. La diferencia entre ellos puede ser mayor o menor, según la disposición personal o el humor de cada cual. Pero también podemos caminar más deprisa o más despacio, podemos correr, detenernos bruscamente o saltar.
El hombre siempre ha prestado oído a los pasos de otros hombres, y seguro que estaba más pendiente de ellos que de los propios. También los animales tenían para él un modo de andar familiar. Muchos de ellos poseían ritmos más ricos y perceptibles que los de los hombres. Los ungulados huían en manadas como regimientos de tambores. El conocimiento de los animales que lo rodeaban, lo amenazaban y a los cuales daba caza fue el saber más antiguo del hombre. Aprendió a conocerlos por el ritmo de sus movimientos. La escritura más temprana que aprendió a leer fue la de las huellas: era una especie de notación musical rítmica que existía desde siempre; se imprimía espontaneamente en el suelo blando, y el hombre que la leía asociaba a ella el ruido de su origen.
Muchas de estas huellas aparecían en gran número y muy próximas entre sí. Los hombres, que originariamente vivían en pequeñas hordas, podían tomar conciencia, mediante la tranquila observación de esas huellas, del contraste entre el escaso número de su horda y aquel otro, enorme, de algunas manadas. Estaban hambrientos y siempre en busca de una presa; cuantas más presas, mejor para ellos. Pero también querían ser más. El hombre siempre ha sido extremadamente sensible a su propia multiplicación, lo que en ningún caso debe entenderse solo como aquello que se designa, usando una expresión insuficiente, con el nombre de afán de procreación. Los hombres querían ser más en un lugar y momento determinados. El gran número de la manada a la que daban caza, y su propio número, que deseaban ver acrecentado, se hallaban vinculados en su sentimiento de un modo muy particular. Y ellos expresaban todo esto mediante un estado de excitación común que definiré como masa rítmica o masa palpitante. [Elias Canetti, Masa y Poder]
T.emporary A.utonomous Z.one: El fenómeno Rave
marzo 5, 2012 § Deja un comentario
La siguiente presentación fue confecionada por motivo de la exposición Arde la calle de Miguel Trillo el pasado Viernes, 2 de Marzo, en el centro Agora de A Coruña. Obra de Martín Cebreiro, Rosendo González y Jah Shaka.
ZOOPOLITIK. write this book!
octubre 26, 2011 § 1 comentario
Hienas, virus, demonios de arena, micelio, parásitos, tallos subterráneos y raíces adventicias, serpientes oceánicas, topos y madrigueras, senderos de plata, silicio, perros, los cínicos, enjambres, plagas, bits, Legión, carnavales y fiestas, el Grifo, Bar-Juchne, Behememot y Leviatán, balleneros, piratas y nómadas del desierto, también hackers. No hemos encontrado mejores aliados para pensar lo que sucede, no tanto la mera actualidad como los acontecimientos, es decir lo que en ella irrumpe trastocando sus órdenes. Por una parte este es un libro más sobre el 15M, si acaso con la novedad de intentar aproximarnos a él zoológicamente y escribiendo en abierto. Por otra, es un tratado sobre filosofía de la historia, arte de la guerra, teoría del espectáculo y filosofía política. Entretenido, divulgativo y gratuito por internet. No se puede pedir más.
El libro Zoopolitik es el último proyecto de la Universidade Invisíbel, la red de activistas, investigadores y creativos gallegos, afincada en A Coruña. Zoopolitik es un análisis interdisciplinar del #15M redactado por el antropólogo Antón Fernández de Rota, el también antropólogo Carlos Diz, el sociólogo Martín Cebreiro y el filósofo y blogger Rosendo González, todos ellos especializados en el estudio de la cultura política y los nuevos movimientos sociales. De momento se han arriesgado en su edición Axouxere Edicions (Gallego) y El Tangram editorial (Catalán).
El primer capítulo, Micelio, ya está disponible, en gallego y castellano. Empezando por el Amor entre especies.
INGENIERÍA DE PLAGA
octubre 3, 2011 § 2 comentarios
No hay que ser hipocondríaco para saber que estamos rodeados de virus. Nuestras abuelas nos lo han repetido constantemente y existe una especie de ímpetu en nuestra sociedad por intentar librar al aire de esta “carga” para los seres humanos. Todos nos vemos afectados por estos “seres vivos”, continuamente. Los virus son, de hecho, la partícula biológica más abundante del planeta. El número de microorganismos de la atmósfera cambia según la altura (10-104 por m3), obteniéndose el más alto junto al suelo, sobre todo en los dos metros inferiores, que constituyen el microclima del hombre; disminuyendo hacia los 200 metros y siendo mucho más escasos ya a los 5.000 metros hasta la estratosfera donde ya desaparecen. El número de microorganismos del aire en las zonas pobladas depende de la actividad en esa zona, tanto industrial o agrícola, como de los seres vivos y la cantidad de polvo. Igualmente aumenta en las zonas pobladas y en el mar, cerca de las costas. En las zonas desérticas no hay más que lo que aportan los vientos de las zonas habitables próximas y en los casquetes polares no hay. El punto central de nuestra narración se sitúa precisamente en el espacio y el tiempo de máxima presencia de virus y otros microorganismos, aquel en que ciudad, sobrepoblación, altura (cero metros) y humedad coinciden. Podemos llamarle conjura, luddismo, taqyya o incluso democracia, tomando prácticas y formas muy diversas. Utilizaremos estos nombres en nuestra narración pues intentaremos hablar de un modo especifico de habitar el espacio que el ser humano -y su cuerpo- ha repetido a lo largo del tiempo y que tiene que ver precisamente con la respiración compartida y la diseminación de nanopartículas de información: la conspiración. Tu respiras. Yo respiro. Nosotros nos contagiamos. [continúa]
Rosendo González Núñez
rosendo.gonzalez.nunez[arroba]gmail.com
A Coruña. Verano de 2011. Versión 1.0 para su publicación.
Disponible en .pdf en:
Ingeniería de plaga
El nacimiento de la tragedia tras el espíritu de la posmodernidad
diciembre 23, 2010 § 4 comentarios
El nacimiento de la tragedia tras el espíritu de la posmodernidad
Antropología estético-política (y gonzo) a partir de un festival folk
Nota introductoria
Por ser grandilocuente, en ocasiones los humanos(tm) tienen la posibilidad de vivir en un tiempo en que lo histórico y lo eterno se pliegan. En ocasiones participamos de aquello a lo que podemos llamar una “orgía”: ditirambos de dionisios. Un espacio donde todo aquello que parecía oculto, velado, incluso enterrado para siempre emerge con una fuerza estremecedora capaz de abrumarnos y disolvernos. No hace falta ser un metafísico para darse cuenta de ello, simplemente es una cuestión de adn y circuitos neuronales (para los positivistas) o de historia y filum maquínico (para los postestructuralistas). Me gustaría hablar en este breve texto a partir de una de estas experiencias. Y mantendré el nombre de la experiencia analizada al margen, me escudo en una determinada política del anonimato. Estos espacios pueden estar aquí y allí -da igual-, pueden también tener motivos y causas muy diversas, en este texto en concreto se relaciona con un festival de música folk.
Advertencia y método
Estamos a la moda: “La filosofía de esta alta modernidad punk solo puede ser autoteoría, experimentación de sí, autopenetración, pornología” (Beatriz Preciado). Lo que el autor presenta a continuación tiene pocos visos de estudio sistemático, coherente y académico alrededor de un acontecimiento estético-antropológico. Más bien se relatan las reflexiones que dicho acontecimiento generó en el autor al tiempo que se buscan herramientas -¿antropología filosófica DIY? ¿ciencia nómada? ojalá. De ahí gran parte del término “gonzo”, un adjetivo que quiere forzar ciertos límites de la filosofía al igual que lo hizo en el terreno del periodismo. Para el posible lector puede que muchas de sus partes sean simplemente carentes de interés, el autor sugiere que este lector salte directamente dichas partes. Para facilitar esta lectura indicamos que el ensayo se divide en tres grandes bloques y un anexo: 1. Relato-teoría acerca del “fin de una civilización” en un conflicto que enfrenta a Imperio y bárbaros. 2. “Estudio” sobre el MDMA. 3. Apuntes sobre la diferencia y la repetición, también sobre la música con una conclusión precipitada hacia el eterno retorno. ANEXO I. Notas sobre la doctrina (y el discurso) de guerra imperial.
Rosendo González Núñez
rosendo.gonzalez.nunez[arroba]gmail.com
La Mancha-Finisterrae. Verano de 2010. Versión 1.1 para su publicación.
Disponible en .pdf en:
El nacimiento de la tragedia tras el espíritu de la posmodernidad
Generación post-alfa, ruido, genocidio: «…dejar morir»
agosto 9, 2010 § 5 comentarios
«The English unemployed did not have to become workers to survive, they – hang on tight and spit on me – enjoyed the hysterical, masochistic, whatever exhaustion it was of hanging on in the mines, in the foundries, in the factories, in hell, they enjoyed it, enjoyed the mad destruction of their organic body which was indeed imposed upon them, they enjoyed the decomposition of their personal identity, the identity that the peasant tradition had constructed for them, enjoyed the dissolutions of their families and villages, and enjoyed the new monstrous anonymity of the suburbs and the pubs in morning and evening». (Lyotard: Lybidinal economy)
Hay un genocidio en marcha. Un genocidio que no solo se declina en crímenes particulares contra la humanidad -como La Haya quiere hacernos creer. Este genocidio incluye a la humanidad en su conjunto. Y con humanidad nos referimos a ese sujeto universal que partiendo de la modernidad definió el ser humano como producto de las ciencias humanas (las palabras y las cosas), dibujando su imagen negativamente a sus límites (Foucault, Agamben, Derrida, etc). Y es precisamente el romper esos “límites humanos” hasta desintegrar el sujeto humano lo que caracteriza a nuestro genocidio. Una problemática que sitúa históricamente nuestro debate en la disyuntiva humanismo / pos(trans)humanismo.
Michel Foucault solía establecer una ruptura, allá por finales del siglo XIX, entre dos diferentes lógicas/racionalidades políticas o ejercicios del poder. Esta ruptura era entre lo que él denominaba poder soberano y su contrapartida conocida como biopoder. La diferencia suele establecerse en forma de dos expresiones contrapuestas. Aquel principio que caracteriza al poder soberano y reza “hacer morir y dejar vivir” por un lado y aquel otro principio del biopoder que dice: “hacer vivir y dejar morir”. Mientras que el primero estaría asociado a la figura del déspota y el estado (un poder centralizado y trascendente que se expresa de manera negativa a través de la ley), el segundo apuesta más bien por un poder que deviene relación y se extiende a lo largo del campo social a través de una alianza con la economía (capitalista), expresándose en forma positiva (y moduladora) mediante lo que podemos denominar norma. Parece común en los análisis actuales la lectura que ve en nuestros tiempos un fuerte retroceso del poder soberano y una importancia creciente del ejercicio que cracteriza al biopoder (Foucault, Negri, Tiqqun, Zizek, Klein, etc, etc). Aún más ante el cadaver de la democracia liberal y en plena ofensiva neoliberal. Incluso podríamos hablar de la modernidad (Foucault) como una lucha contra el poder soberano por parte de ese biopoder + economía: dios ha muerto, everybody knows. Hasta aquí mi breve explicación de este conflicto, quien quiera profundizar en él puede consultar, por ejemplo: Global society must be defended. Biopolitics without boundaries. También puede mirar uno de los post anteriores, 4GW: conociendo la doctrina de guerra imperial.
Habitualmente en el análisis del llamado biopoder se ha atendido a la primera parte de la expresión (“hacer vivir…”) pero se ha descuidado esa segunda parte que dice “…y dejar morir”. Los análisis de Foucault se reducían a su aplicación en instituciones disciplinarias como las cárceles o los psiquiátricos (que el autor recuerde). Creo que en nuestros tiempos, donde el poder se establece de una manera más inmanente (biopoder) y el estado-nación (junto a sus instituciones disciplinarias) tiende a su desaparición (Negri por ejemplo) ese “…dejar morir” revela grandes variaciones. Primero habría que comprender qué se entiende por “vida” y aquí es importante poner hincapié en una definición únicamente económica del asunto: “vida es aquello que dentro de los circuitos de valorización capitalista se considera como productivo (es decir y si se prefiere, generador de plusvalía)”. Y digo atender a una definición únicamente económica pues es la economía la base de la lógica propia al biopoder, una alianza que Foucault resumiría en el marco teórico conocido como biopolítica (nacimiento de la biopolítica). Dentro de esta lógica, “muerto” se considerará aquello no productivo, mientras que la expresión “…dejar morir” referirá una figura que podríamos llamar “no-muerto” (pero tampoco vivo), un sujeto en stand by, zombie. Para profundizar en esta afirmación: Life as surplus, biotechnology in the neoliberal era.
Si uno atiende a la historia de sus familias (posiblemente) pueda darse cuenta de como han actuado explicitamente alguna de estas lógicas. Ejemplo (personal y europeo): los últimos agricultores (nuestros abuelos), de los cuales únicamente se espera que mueran, aún a pesar de mantenerlos en la posición de “no-muerto” a través de ayudas estatales o tratamientos de prolongación de la no-vida. Ahora, me gustaría atender a un genocidio más actual. Y aquí querría establecer un corte (Tomado de Franco berardi Bifo), entre aquello que se denomina generación post-alfa -aquella que ha recibido mucha más formación a través de medios masivos de comunicación (internet, televisión, videojuegos, etc.) que de las instituciones de reproducción tradicionales/modernas (familia, escuela, etc)- y su generación anterior. Si atendemos a las patologías de nuestra generación post-alfa podremos observar que hay dos palabras que resuenan una y otra vez, esquizofrenía (Deleuze) y ruido. Ambas hacen referencia a una misma “enfermedad”: la sobreinformación (Baudrillard, Deleuze), el exceso de imagen (Baudrillard), la virtualización exponencial (Bifo, Virilio, Deleuze), etc. Todo ello, tendencias que nuestros autores han asociado al capitalismo y a unos síntomas como el stress, la confusión, la hiperactividad o la ansiedad. Pues bien, a esta generación post-alfa se le está pidiendo la capacidad de gestionar esta sobrecarga, este stress, en un giro en el modelo de producción que, ahora, tiene que atender a los medios digitales, recombinantes, globales y cognitivos (capitalismo cognitivo) más allá del fordismo (e incluso del toyotismo). Creo que no es complicado darse cuenta de esta situación, todos y cada uno de nosotros estamos sometidos a una movilidad (existencial, laboral, social, etc) creciente y todos y cada uno de nosotros sufrimos los problemas asociados a romper esos límites que se habían considerado humanos. Igualmente todos (especialmente aquellos más jóvenes) hemos pasado por ese ruido mental que no deja pensar y que ahora quiere volverse permanente. El imperativo reza así: “vivimos en un mundo hipercambiante y hay que hiperadaptarse: ríndete al ruido y gestionalo” (y todo ello dentro de una lógica capitalista y neoliberal).
Y en caso de que esto no fuera posible solo te espera el devenir “no-muerto”: esta es una de las causas por las que en este caso hablo de genocidio. Un genocidio que podriamos resumir, en un sentido más amplio, como: La economía y el biopoder (biopolítica) contra el ser-humano (ese sujeto en la base de la modernidad), como por ejemplo nos sugiere la xenoeconomía. Y por favor, no se le interprete al autor del texto una simpatía por el humanismo, ¡el ser humano me perdone!. ¿Y como podemos expresar este devenir hoy en día? Pues hay muchas maneras, en esta ocasión me gustaría partir de un dato y una declinación concreta: una de cada dos mujeres con cincuenta años (la mitad de «nuestras madres» podríamos llegar a decir) consumen en la actualidad antidepresivos y/o ansiolíticos, una herramienta que el autor del texto y debido a sus efectos considera especialmente significativa en “…dejar morir”. Un consumo que usualmente se receta para combatir la incapacidad de un sujeto (y que me atrevería a relacionar con una generación -término que no tiene que ver con la edad biológica) para “adaptarse” al colapso de un mundo (y aquí se podría recurrir a la retórica de la crisis: crisis de la familia, la escuela, el estado de bienestar, etc) y revalorizarse. De nuevo un imperativo -genocida- (una prolongación del anterior): “todo aquel que no sea capaz de adaptarse a este nuevo (y loco) mundo será mantenido en stand by (dejado morir en antidepresivos)”, toda una criba. Suspensión del estatuto económico (y biológico en esta modernidad tardía que lleva a confundir ambos términos) de ser-humano a través de la ruptura de sus identidades bioquímicas (modernas). Precisamente cuando se habla de poshumanismo se atiende a esta superación de los límites/fronteras humanos (y de nuevo entendemos «humano» como producto discursivo de la modernidad) a través de las (bio)tecnologías (ingeniería genética, bioquímica, etc), quizá el sujeto cyborg de Donna Haray pueda ser un buen ejemplo de este proceso. Un devenir que, de hecho, puede dibujarse como gozoso: salida del proyecto colonialista, antropocéntrico y universalista occidental. Pero cuando normalmente se habla de poshumanismo se desatiende, precisamente, a esta (su) vinculación con el biopoder y las lógicas capitalistas (y los terribles genocidios y brechas abiertas). Este es el verdadero problema ético-político, más allá de moralismos o nostalgias varios por ese ser humano que nunca fue… Un movimiento, que incluyendo claros y oscuros, además seduce y atrapa…
Y la guerra apenas ha comenzado…
Pd: Sirva este texto (en parte) de anexo al anterior post tambores de guerra. Especialmente a aquel video musical de Justice que combina patologías contemporaneas, sujetos poscoloniales, generación post-alfa, ruido, anti-humanismo y stress: capitalismo desbocado, con todas sus contradicciones.